Y un día la pesadilla de Linsay Lohan ya acabó.

En la mañana de la costa oeste de Estados Unidos, la actriz fue hasta la corte para escuchar lo que todo el mundo deseaba (aunque nadie más que ella, seguro): el fin de su libertad condicional.

“Lo hizo”, dijo la jueza Stephanie Sautner al comienza de la corta audiencia. Al menos en parte…

Todavía le queda una cuenta pendiente con la justicia.

Mientras que su caso por el robo de joyas ha pasado a sumario, su deuda con la justicia por haber sido arrestada en 2007 por conducir en estado de ebriedad ha conlucido formalmente.

“La señorita Lohan ha hecho todo lo que se le pidió. Lo suyo termina hoy y ahora”, dijo Sautner frente a una evidente señal de alivio de LiLo.

“Se le dio un año para completar todo y lo hizo poco antes de que se cumpliera ese tiempo. Cumplió con todo lo requerido”.

En cuanto al asunto por el collar, eso todavía no está listo. Sautner pasó su libertad condicional de formal a informal, lo cual significa que ya no deberá presentarse frente a un oficial, hacer monitorear sus movimientos y viajes o presentarse a futuras audiencias.

Muy útil le será a Lohan quien recientemente obtuvo un permiso de trabajo canadiense para empezar a filmar la biopic para televisión sobre Elizabeth Taylor.

“Pagaste todas tus cuentas, más de lo que debías, pero eso es asunto entre tu y el departamento de libertades condicionales”, comentó la jueza y agregó jocosamente: “Pero yo no iría a preguntar por reembolso”.

“Lo único que debes saber es que tienes que obedecer todas las leyes. No es tan difícil. Se que puede ser complicado cuando tanta gente te sigue a todos lados, pero esa es la vida que has decidido”.

En cuanto a Lindsay, antes de despedirse demostró que ha madurado y se dirigio a la jueza: “Solamente quiero decirle gracias, su señoría, por haber sido justa. Realmente me ha abierto muchas puertas y por eso aprecio lo que hizo”.

Su libertad condicional informal expirará el 20 de mayo de 2014.

Suerte LiLo, estamos haciendo fuerzas por ti.